El principal diplomático estadounidense, Antony Blinken, aplaudió los planes anunciados por Corea del Sur para compensar a las víctimas del trabajo forzoso de Japón durante la guerra, mientras Seúl busca forjar lazos más estrechos con Tokio.
Corea del Sur y Japón son “dos de los aliados más importantes de Estados Unidos y estamos inspirados por el trabajo que han realizado para avanzar en sus relaciones bilaterales”, dijo el secretario de Estado en un comunicado.
La relación trilateral es “central para nuestra visión compartida de una región del Indo-Pacífico libre y abierta”, agregó.
“Aplaudimos [Seoul and Tokyo] por su valentía y visión, e instamos a la comunidad internacional a unirse a nuestro elogio por este logro trascendental”.
La decisión de Seúl se produce cuando Corea del Sur y Japón han aumentado la cooperación en seguridad frente a las crecientes amenazas de Corea del Norte, que posee armas nucleares.
Pero los lazos bilaterales se han tensado durante mucho tiempo por el brutal gobierno colonial de Tokio de 1910-45 en la península de Corea.
Alrededor de 780.000 coreanos fueron reclutados para trabajos forzados por Japón durante los 35 años de ocupación, según datos de Seúl, sin incluir a las mujeres forzadas a la esclavitud sexual por las tropas japonesas.
El plan de Seúl es tomar dinero de las principales empresas surcoreanas que se beneficiaron de un acuerdo de reparaciones de 1965 con Tokio y usarlo para compensar a las víctimas, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Park Jin.
Las víctimas han criticado la propuesta porque está muy por debajo de su demanda de una disculpa total de Tokio y una compensación directa de las empresas japonesas involucradas. (-)
