El agujero de ozono antártico de 2023 alcanza su tamaño máximo
Un agujero de ozono modesto
El agujero de ozono antártico de 2023 alcanzó su tamaño máximo el 21 de septiembre, según mediciones realizadas por la NASA y la NOAA. Con 26 millones de kilómetros cuadrados, el agujero es el decimosexto más grande desde 1979.
Durante el pico de la temporada de agotamiento de la capa de ozono, que va del 7 de septiembre al 13 de octubre, el agujero de este año tuvo un promedio de 23,1 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño de América del Norte.
Según Paul Newman, líder del equipo de investigación del ozono de la NASA, este es un agujero de ozono muy modesto. La disminución de los niveles de compuestos de cloro producidos por el hombre, junto con el clima estratosférico activo de la Antártida, han mejorado ligeramente los niveles de ozono este año.
La importancia de la capa de ozono
La capa de ozono actúa como el protector solar natural de la Tierra, ya que protege a nuestro planeta de la dañina radiación ultravioleta del Sol. Una capa de ozono cada vez más delgada significa menos protección contra los rayos ultravioleta, que pueden causar quemaduras solares, cataratas y cáncer de piel en los humanos.
El agotamiento del ozono antártico
Cada septiembre, la capa de ozono se adelgaza hasta formar un “agujero de ozono” sobre el continente antártico. El agujero no es un completo vacío de ozono, sino que es un área en la que las concentraciones de ozono sobre la Antártida caen muy por debajo del umbral histórico de 220 unidades Dobson. Los científicos informaron por primera vez sobre el agotamiento de la capa de ozono en 1985 y han seguido los niveles de ozono en la Antártida todos los años desde 1979.
El agotamiento del ozono antártico ocurre cuando las sustancias químicas artificiales que contienen cloro y bromo suben por primera vez a la estratosfera. Estos químicos se descomponen y liberan cloro y bromo, lo que inicia reacciones químicas que destruyen las moléculas de ozono. Los productos químicos que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), alguna vez se utilizaron ampliamente en aerosoles, espumas, aires acondicionados, extintores de incendios y refrigeradores. Sin embargo, gracias al Protocolo de Montreal de 1987 y sus enmiendas posteriores, la producción de CFC y otras sustancias químicas destructoras del ozono se ha prohibido en todo el mundo desde 2010. Esto ha llevado a una disminución de las sustancias químicas destructoras del ozono en la atmósfera y a signos de recuperación del ozono estratosférico.
Monitoreo de la capa de ozono
Los investigadores de la NASA y la NOAA monitorean la capa de ozono sobre el polo y a nivel mundial utilizando instrumentos a bordo de los satélites Aura de la NASA, NOAA-NASA Suomi NPP y NOAA-20. Además, se utilizan globos meteorológicos con sondas de ozono para realizar mediciones en el Polo Sur. Estas mediciones han mostrado un agotamiento del ozono de alrededor del 95% este año, mientras que en años anteriores se ha observado una pérdida cercana al 100% dentro de la estratosfera.
La erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai en enero de 2022 también ha contribuido al agotamiento de la capa de ozono de este año. El vapor de agua liberado por la erupción ha aumentado las reacciones de agotamiento del ozono en la Antártida.
Aunque el agujero de la capa de ozono de este año es relativamente modesto, es importante seguir monitoreando y tomando medidas para proteger la capa de ozono y garantizar la salud y seguridad de nuestro planeta.