El legado de Paul Crutzen: un científico extraordinario
La vida y los logros de Paul Crutzen
Paul Crutzen, un destacado científico que falleció a los 87 años, dejó un legado imborrable en el campo de la ciencia. Aunque es conocido por su Premio Nobel de Química en 1975 y sus contribuciones al estudio del ozono y el calentamiento global, su vida y carrera están llenas de momentos destacados.
Nacido durante la Segunda Guerra Mundial en Ámsterdam, Crutzen experimentó de cerca los horrores de la guerra y la hambruna. Estos eventos tempranos en su vida despertaron su interés por comprender los sistemas terrestres y las perturbaciones humanas que afectan a nuestro planeta.
A pesar de no tener experiencia en programación informática, Crutzen encontró su camino hacia el Instituto Meteorológico de la Universidad de Estocolmo. Fue allí donde comenzó su carrera como programador y, con el tiempo, obtuvo una maestría y un doctorado en meteorología.
Contribuciones destacadas
Crutzen es conocido por sus numerosas contribuciones científicas. Descubrió cómo se formaba el ozono en la estratosfera, lo que le valió el Premio Nobel de Química en 1975. También acuñó el término “Invierno Nuclear” para describir los efectos devastadores de un ataque nuclear en el medio ambiente.
Además, Crutzen fue un asesor clave en el tema del calentamiento global para el Papa Francisco. Su trabajo influyó en la encíclica “Laudato Sí”, que aborda la importancia de cuidar nuestro planeta y precedió a los Acuerdos Climáticos de París en 2015.
Un momento inolvidable
Aunque Crutzen es recordado por sus logros científicos, también se destaca un momento en particular en su carrera. Durante una reunión en 2000, mientras formaba parte de un panel científico, Crutzen mostró un comportamiento inusual al discutir los desafíos que enfrenta la Tierra. Este incidente momentáneo no opaca su legado, pero demuestra que incluso los científicos más brillantes pueden tener momentos de tensión.
El legado de Paul Crutzen perdurará en la historia de la ciencia. Sus contribuciones y su pasión por comprender y proteger nuestro planeta son un recordatorio de la importancia de cuidar nuestra casa común.
El Antropoceno: La nueva era geológica marcada por la influencia humana en el planeta
En un momento de reflexión, el renombrado científico Dr. Crutzen pronunció unas palabras que resonaron en la comunidad científica: “Ya no estamos en el Holoceno. Estamos en el Antropoceno”. Estas palabras marcaron el inicio de una nueva era geológica, en la cual los humanos han tenido un impacto significativo en el planeta.
El reconocimiento de la destrucción del planeta
Los principales científicos del mundo se vieron obligados a enfrentar una verdad incómoda: el hombre estaba destruyendo el planeta. En un informe publicado con cierto retraso, se destacó el papel central de la humanidad en la geología y la ecología, proponiendo el término “antropoceno” para describir la época actual.
Un llamado a la acción
Este reconocimiento fue un llamado a la acción para los científicos en el campo. La Sociedad Meteorológica Americana afirmó que el cambio del Holoceno al Antropoceno es un evento único en la vida, según la perspectiva de la ciencia del sistema Tierra.
Los límites planetarios
En un artículo publicado en la revista Nature, los científicos Will Steffen y Johan Rockstrom propusieron nueve ”límites planetarios” para medir el desarrollo sostenible de las sociedades humanas y el mantenimiento del sistema Tierra en un estado resiliente y adaptable. Estos límites proporcionarían un análisis basado en la ciencia del riesgo de perturbaciones humanas a escala planetaria.
La revolución geológica
La declaración del Antropoceno marcó una revolución geológica. Los científicos reunidos en la Reunión del Programa Internacional Geosfera-Biosfera en México decidieron formar el Grupo de Trabajo sobre Antropoceno (AWG) para explorar los límites planetarios y buscar pruebas geológicas del impacto irreversible de los humanos en el planeta.
El Antropoceno representa un cambio fundamental en la forma en que los humanos interactúan con el planeta. Es un recordatorio de nuestra responsabilidad de preservar y proteger nuestro hogar en armonía con la naturaleza.
Lanzamiento de una nueva epopeya geológica: Los límites planetarios y el Antropoceno
En un estudio publicado en 2009 y revisado en 2015, se presentó una nueva epopeya geológica que analiza el riesgo de que las perturbaciones humanas desestabilicen el estado de la Tierra a escala planetaria. Este estudio, que se puede encontrar en Nature y Science, propone una lista de medidas asociadas a los límites planetarios que deben ser controladas para mantener un “estado Holoceno deseado”.
Los límites planetarios y sus medidas asociadas
La lista de medidas asociadas a los límites planetarios incluye:
- Cambio climático: mantener la concentración de CO2 en la atmósfera por debajo de 350 ppm.
- Acidificación del océano: evitar que los niveles de aragonito en el agua de mar caigan por debajo del 80% del valor previo a la Revolución Industrial.
- Ozono estratosférico: reducir la reducción total del ozono atmosférico a menos del 5% desde los niveles preindustriales.
- Ciclo Nitrógeno/Fósforo: controlar la eutrofización artificial del aire, suelo y agua.
- Suministro mundial de agua dulce: limitar el uso consuntivo de recursos de escorrentía a menos de 4000 kilómetros cúbicos por año.
- Uso del sistema terrestre: dedicar menos del 15% de la superficie terrestre libre de hielo a tierras de cultivo.
- Integridad de la biosfera: mantener una tasa anual de pérdida de diversidad biológica por debajo de 10 extinciones por millón de especies.
- Nuevos productos químicos: controlar las emisiones de compuestos tóxicos, organismos genéticamente modificados, nanomateriales y microplásticos.
- Aerosoles atmosféricos: regular la presencia de polvo natural y artificial en la atmósfera inferior.
Estas medidas de control buscan rastrear los cambios en las condiciones del Holoceno que son causados por la actividad humana. Por ejemplo, las concentraciones de CO2 durante el Holoceno se mantuvieron alrededor de 280 ppm, pero desde 1950 han aumentado a 350 ppm, un nivel que no se había registrado en nuestro planeta en los últimos 300.000 años. En 2022, este nivel alcanzó un nuevo récord de 417 ppm.
El Antropoceno y los límites planetarios traspasados
El marco de Límite Planetario (PB) fue diseñado para mantener un “estado Holoceno deseado” que ha sido beneficioso para el desarrollo humano. Sin embargo, según estudios realizados en 2015, se determinó que ya se habían traspasado cuatro de los límites planetarios: cambio climático, integridad de la biosfera, flujos biogeoquímicos y cambio del sistema terrestre. En 2022, se cruzó una quinta frontera con la introducción de entidades novedosas, anteriormente conocida como “contaminación química”.
Estos hallazgos demuestran la necesidad de tomar medidas urgentes para controlar y revertir los impactos negativos de la actividad humana en el planeta.
En busca de evidencia geológica del Antropoceno
En paralelo a la investigación sobre los límites planetarios, un Grupo de Trabajo sobre Antropoceno de 40 miembros ha estado buscando un sitio geológico que demuestre de manera tangible cómo la actividad humana ha alterado la geología básica de la Tierra. En 2023, Colin Aguas, presidente del grupo, anunció los seis finalistas para este sitio geológico central: una turbera en las montañas de los Sudetes de Polonia, el lago Searsville en California, el lago Crawford en Ontario, un fondo marino en el Mar Báltico, una bahía en Japón y un cráter volcánico lleno de agua en China.
Este descubrimiento de un sitio geológico central sería una evidencia clara y global de la transición del Antropoceno, una nueva época en la historia de la Tierra marcada por el impacto humano.
El Antropoceno está aquí: Crawford Lake elegido como la zona cero global
El 11 de julio de 2023, el Geográfico canadiense transmitió con orgullo que el pequeño lago Crawford ha sido elegido como la zona cero global del Antropoceno. Esta nominación aún debe ser votada por tres cuerpos superiores de geólogos durante el próximo año, pero si también aprueban la candidatura, Crawford Lake será dotado con la “punta dorada”, un marcador de bronce literal que significa que el planeta ha pasado de una unidad de tiempo geológico a la siguiente alrededor de 1950.
Un lago único en América del Norte
¿Por qué el lago Crawford? Resulta que este pequeño y humilde lago tiene una mezcla geoquímica muy rara que incluye una mezcla de profundidad a superficie que evita que las capas superior e inferior se mezclen, y niveles prominentes de oxígeno dentro de su capa inferior. El hecho de que sea un lago “meromíctico” (lo que significa que sus capas superior e inferior nunca se mezclan) lo hace único en toda América del Norte. A lo largo de los años, a medida que el material se depositó en el fondo del lago, quedó sellado por distintos pareados de depósitos de calcita que se encuentran en verano e invierno. Esto permitió datar con precisión las muestras de núcleos. Por ejemplo, en 1970, los estratígrafos pudieron fechar con precisión el material encontrado en una de las capas en la Edad Media.
El hallazgo de marcas de hormigón
Los científicos están buscando marcas de hormigón en el suelo y la piedra. Según informes publicados, las muestras de núcleos congelados con hielo seco pudieron fecharse hace más de 1000 años. Más relevante para el Antropoceno, hacia 1950 aproximadamente, aparece un aumento rápido y dramático de partículas basadas en carbono a partir de procesos industriales, incluida la fabricación de acero con carbón en una fundición cercana de Hamilton, así como un rápido aumento de plutonio a partir de pruebas nucleares, un cambio en los isótopos de nitrógeno debido al uso de fertilizantes y las consecuencias químicas de la lluvia ácida.
Defendiendo la candidatura de Crawford Lakes
Estos y otros hallazgos permitieron a 75 científicos locales defender la candidatura de Crawford Lakes, con Francine McCarthy, un geólogo de la Universidad de Brock a la cabeza. Ella dijo: “Si la gente ve que los estratígrafos, un grupo conservador de geólogos, están dispuestos a poner una línea en la escala de tiempo y darle un nombre que reconozca -que admita- el papel de los humanos como agencia causal, entonces eso es gigantesco”.
El anuncio de la Época 39 en nuestra historia planetaria de 4.600 millones de años no fue un llamado a la celebración, sino más bien un llamado a la acción. El desafío de la supervivencia humana y planetaria está ahora científicamente vinculado y no es menos urgente que la supervivencia de la propia infancia de Paul durante el “invierno hambriento” de 1944.
Mike Magee MD es historiador médico y colaborador habitual de THCB. Él es el autor de CÓDIGO AZUL: Dentro del Complejo Médico-Industrial (Arboleda/2020).