Lo invisible que nos rodea
Nuestra mente siente una especial fascinación por lo invisible. Sabemos que hay cosas que escapan a nuestra vista y permanecen ocultas, lo que despierta nuestra curiosidad, fantasía e incluso incredulidad o terror. Si no lo veo con mis propios ojos, si no lo toco con mis dedos como Santo Tomás, no puede existir, no lo creo. La ciencia no deja mucho espacio para creencias, la duda sobre la certeza de algo debe estar respaldada por pruebas. Sin embargo, hay muchas cosas invisibles que nos rodean.
La extrañeza de lo invisible
Que algo sea invisible significa que no puede ser percibido por la vista. Pero invisible no es lo mismo que indetectable, ni transparente, y por supuesto, tampoco significa inexistente. Lo que quizás forma parte de su significado es la extrañeza que provoca lo invisible. Existen muchos conceptos similares y relacionados entre sí, por lo que vamos a comenzar por uno: hay muchas cosas que a veces no podemos ver, que son transparentes, pero que sin embargo, son detectables bajo ciertas circunstancias. Esto significa que su existencia puede ser probada.
