Se espera que el gasto promedio anual de los hogares en cine y televisión en los EE. UU. haya alcanzado un máximo de $ 1,150 el año pasado, según los nuevos datos de Ampere Analysis, con una disminución del gasto SVOD y un aumento del corte de cable.
Ampere indica que 2023 puede marcar el punto de inflexión en el que el gasto de SVOD por hogar ya no compensa las continuas disminuciones en las suscripciones de televisión de pago. Se espera que el gasto anual promedio por hogar de EE. UU. en servicios de video caiga un 8 por ciento para 2027.
El año pasado, las facturas anuales por contenido de video promediaron $1146 por hogar en los EE. UU., impulsadas por el regreso de los consumidores a los cines y el aumento del desembolso de SVOD en un 18 por ciento a $374 por hogar. El crecimiento de los ingresos de SVOD se desacelerará este año debido a los problemas económicos y la saturación del mercado. Mientras tanto, la inversión en TV paga por hogar caerá por debajo de los $650 por primera vez desde 2006.
La dinámica en Europa Occidental es diferente, informa Ampere, con un aumento del gasto de los hogares en SVOD del 11 por ciento para 2027 y un mercado de televisión de pago estable. Es de destacar que el gasto por hogar en video de Noruega superará al de EE. UU. en 2025.
Maria Dunleavey, analista sénior de Ampere Analysis, señaló: “El gasto en video finalmente alcanzó su límite para los hogares estadounidenses. A medida que el mercado OTT de suscripción de EE. UU. se acerca al punto de saturación y la demanda de televisión paga continúa cayendo, el gasto anual por hogar en servicios de video se ha inclinado hacia la disminución. Para 2027, a menos que los servicios de transmisión puedan soportar una inflación de precios significativa, los hogares estadounidenses invertirán casi 90 dólares menos por año en servicios de video. Los movimientos recientes de los grupos de televisión para centrarse en los niveles híbridos y los servicios de video gratuitos con publicidad representan un enfoque para compensar esta presión a la baja. Por el contrario, en Europa occidental, el gasto en televisión de pago es más estable y la expansión de SVOD sigue impulsando el gasto en vídeo. Para los grupos estadounidenses, capitalizar este crecimiento internacional es cada vez más clave dadas las presiones sobre los ingresos domésticos”.