“Ayer hubo el funeral de Oded Lifshitz y hoy enterramos a Shiri, Ariel y Kfir. Recordamos a todas las víctimas del 7 de octubre. Recordamos y no olvidaremos”, dijo el presidente de la Knesset, Amir Ohana, al inicio de la sesión del miércoles.
El miércoles, miles de dolientes portando banderas naranjas y globos se unieron al cortejo fúnebre de Shiri Bibas y sus hijos pequeños Ariel y Kfir, quienes fueron asesinados en cautiverio y se han convertido en símbolos de la crisis de los rehenes.
La semana pasada, el grupo militante palestino Hamás regresó a Israel Sh. Bibi y los cuerpos de sus hijos.
Se cantó suavemente el himno nacional de Israel mientras un convoy de coches negros pasaba por Rishon Lezion. En esta ciudad central de Israel se prepararon los restos de los tres rehenes para su entierro.
Miles de personas se alinearon en la carretera hacia Zohar, cerca del Kibbutz Nir Oz, donde vivió la familia Bibas hasta el 7 de octubre de 2023, cuando fueron secuestrados por militantes palestinos.
Su funeral se llevaría a cabo más tarde en una ceremonia privada en el Zohar.
“Veo un país destruido”
El padre de los niños y esposo de Shiri, Yarden Bibas, fue secuestrado por separado del resto de la familia en el ataque del 7 de octubre de 2023 y fue liberado de la Franja de Gaza el 1 de febrero en un intercambio de rehenes y prisioneros anterior.
“Hoy veo un país destruido a través de la ventanilla de mi coche. No podremos levantarnos ni sanar hasta que el último rehén regrese a casa. Gracias a todos”, escribió su hermana, Ofri Bibas, en su cuenta de Facebook.
Los restos de tres miembros de la familia Bibas estuvieron entre los primeros en ser devueltos en virtud del acuerdo de alto el fuego.
La primera entrega de los rehenes muertos provocó indignación en Israel el jueves después de que las pruebas mostraran que ninguno de los cuerpos era el de la rehén asesinada Shiri. Pero Hamás pronto admitió que los cuerpos podrían haber sido mezclados y entregó los restos reales.
Bibas y su cuñada dijeron en un comunicado la semana pasada que si bien el funeral sería “sólo para familiares y amigos cercanos”, querían permitir que asistiera “cualquiera que quisiera presentar sus respetos y ser parte de este momento”.
Multitudes de personas se alinearon en la calle mientras la procesión fúnebre viajaba desde Rishon Lezion hasta Zohar y Nir Oz.
Hamás ha sostenido durante mucho tiempo que Shiri, Kfir y Ariel Bibas murieron en un ataque aéreo israelí al comienzo de la guerra, pero las autopsias en el Estado judío no mostraron signos de que hubieran resultado heridos en el bombardeo.
El ejército israelí dice que fueron asesinados por militantes e incluso afirma que ambos niños fueron asesinados a sangre fría.
La familia Bibas calificó la muerte de sus tres familiares como asesinato, pero pidió que no se hicieran públicas las circunstancias exactas de sus muertes.
Después del secuestro, Shiri Biba y sus hijos de nueve meses y cuatro años se convirtieron en símbolos nacionales del sufrimiento de los rehenes.
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