Por Mark Melchonna
– Un estudio reciente publicado en Red JAMA Abierta encontró que los pacientes con malformaciones arteriovenosas (MAV) no rotas se beneficiaron de un sistema de puntuación predictivo desarrollado en función de varios factores de riesgo, lo que ayudó a los médicos a reducir el riesgo de hemorragia intracraneal.
De acuerdo con la Institutos Nacionales de Salud (NIH)Las MAV son marañas anormales de vasos sanguíneos que provocan interrupciones en las conexiones entre las arterias y las venas. Estas malformaciones ocurren con mayor frecuencia en la médula espinal y el cerebro.
Según el estudio, las principales preocupaciones con respecto a esta afección son los riesgos que rodean la ruptura natural y los resultados de una intervención innecesaria. Esto llevó a los investigadores a crear un sistema de puntuación destinado a predecir el riesgo de ruptura a largo plazo de las MAV.
Los investigadores desarrollaron el modelo de predicción basado en datos de una cohorte de un solo centro (cohorte de desviación), que luego validaron en una cohorte externa multicéntrica (cohorte de validación externa multicéntrica) y pacientes involucrados en el tratamiento conservador (cohorte de validación de tratamiento conservador). Hubo un total de 3962 pacientes incluidos en el estudio, que se inscribieron en un registro de colaboración prospectivo multicéntrico a nivel nacional en China entre el 1 de agosto de 2011 y el 1 de septiembre de 2021.
Con estos datos de pacientes, los investigadores desarrollaron un sistema de puntuación basado en los factores de riesgo identificados a partir de una revisión de la literatura y un proceso de selección. Luego asignaron a los pacientes a varios grupos de riesgo según las puntuaciones de probabilidad de ausencia de hemorragia. También determinaron la estratificación del riesgo mediante curvas de Kaplan-Meier.
De la población total de pacientes, 3585 estaban en la cohorte de desviación y 377 estaban en la cohorte de validación externa multicéntrica. Los investigadores también notaron que 1028 pacientes en la cohorte de desviación con datos de tiempo hasta el evento y resultados de imágenes previas a la ruptura se incluyeron en la cohorte de validación del tratamiento conservador. En cuanto a la demografía, el 58,3 por ciento eran hombres y la mediana de edad era de 26,1 años.
Entre la cohorte de validación del tratamiento conservador, se produjeron 36 hemorragias a lo largo de una mediana de seguimiento de 4,2 años.
Los investigadores desarrollaron el sistema de puntuación conocido como VALE basado en cuatro factores de riesgo: afectación del sistema ventricular, aneurisma venoso, localización profunda y drenaje exclusivamente profundo.
Los investigadores probaron el sistema de puntuación en las tres cohortes. Se desempeñó bien en todas las cohortes. En los grupos de riesgo bajo, riesgo moderado y riesgo alto, las tasas sin hemorragia a 10 años fueron del 95,5 %, 92,8 % y 75,8 %, respectivamente.
“Estos hallazgos sugieren que el sistema de puntuación es una herramienta confiable y aplicable que puede usarse para facilitar la toma de decisiones del paciente y del médico y reducir las intervenciones innecesarias o las rupturas inesperadas de la MAV”, concluyeron los investigadores.
Pero también notaron las limitaciones del estudio, que incluyeron el uso de solo cuatro variables de datos de imágenes, un bajo número de eventos hemorrágicos en la cohorte de validación del tratamiento conservador, lo que puede haber afectado la tasa de ruptura anual, y la creación y aplicación de el sistema de puntuación VALE basado en datos de una población exclusivamente china.
De manera similar, en enero, un grupo de investigadores creó un modelo de predicción para estimar la cantidad de ovocitos necesarios para fertilizar durante los tratamientos de tecnología de reproducción asistida.
El estudio señaló que, aunque el proceso tradicional de fertilización in vitro consta de cuatro pasos que implican la extracción de óvulos y la implantación de embriones, los investigadores deben limitar la creación de embriones excedentes, en particular después del vuelco de Roe contra Wade. Por lo tanto, los investigadores se propusieron desarrollar y aplicar un modelo de predicción.
Después de aprovechar los datos de las clínicas miembros del Sistema de Informe de Resultados Clínicos de la Sociedad de Tecnología de Reproducción Asistida (SART), los investigadores crearon el modelo. Lo probaron y concluyeron que el modelo de predicción ayudó a reducir la cantidad de embriones no utilizados creados.