Los legisladores en Bruselas todavía están revisando los detalles de la Marco de Windsor acuerdo anunciado por el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el lunes. La pregunta clave que se hacen es: ¿Se ha comprometido demasiado la Unión Europea al crear un instrumento de interrupción de emergencia del que se podría abusar fácilmente?
El acuerdo, partes del cual deben ser aprobados por los gobiernos nacionales de la UE y el Parlamento Europeo, está destinado a resolver la larga disputa sobre si y cómo ajustar el Protocolo de Irlanda del Norte del acuerdo de divorcio de Gran Bretaña con la UE. El protocolo, que creó una frontera en el Mar de Irlanda entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, fue ideado en 2019 por el entonces primer ministro Boris Johnson, quien lo llamó su solución “lista para el horno” para evitar la necesidad de un duro frontera aduanera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Tal frontera terrestre violaría el Acuerdo de Viernes Santo, algo que tanto la UE como los EE. UU. habían indicado que sería inaceptable.
Desde el principio, Johnson fingió ignorar lo que implicaría su acuerdo, decirle a las empresas de Irlanda del Norte no enfrentarían “formularios, controles, barreras de ningún tipo” para recibir bienes del resto del Reino Unido. Eso, por supuesto, era una mentira. En 2021, cuando comenzaron a aplicarse los requisitos aduaneros, el Partido Unionista Democrático, o DUP, se rebeló. Eso mas tarde bloqueó el parlamento regional de Irlanda del NorteStormont, de operar después de las elecciones en mayo de 2022.