Josep Borrell cambia de tono y defiende la amnistía como punto final de un conflicto
El representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha cambiado su postura con respecto a la amnistía. En declaraciones realizadas este martes, Borrell ha afirmado que “las amnistías se hacen con el objetivo de poner fin a una fase de conflicto y comenzar de nuevo. Todas las amnistías tienen este propósito, y esta no es una excepción”. Estas palabras contrastan con las expresadas por Borrell el día anterior, cuando admitió estar “preocupado” por los acuerdos entre el PSOE y los independentistas catalanes.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, afirmó el lunes que “en toda Europa, las leyes de amnistía son instrumentos de construcción, convivencia y concordia”, añadiendo que “eso es lo que necesita Cataluña y España”. Aunque Borrell evitó entrar en conflicto directo con el Gobierno, sus declaraciones sugieren que está en desacuerdo con el acuerdo que asegura los votos necesarios para la investidura de Pedro Sánchez.
Borrell también dejó claro que no haría más comentarios sobre el tema “por razones obvias estando donde estoy”. Sin embargo, insistió en que tiene derecho a expresar su opinión en algún momento, sin involucrar a las instituciones europeas.
Todo indica que la ley de amnistía ha generado un debate en Europa, como lo demuestra el hecho de que la primera pregunta a Borrell no fuera realizada por un periodista español. Además, el grupo del Partido Popular Europeo ha solicitado un debate sobre el riesgo para el Estado de derecho en España en la próxima sesión plenaria de la Eurocámara.
En una declaración conjunta, el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, y la líder de los populares españoles, Dolors Montserrat, advirtieron que esta nueva ley supone “el riesgo de violar la separación de poderes y minar la independencia judicial”. Se espera que la Comisión Europea se pronuncie sobre el tema en los próximos días.
Las delegaciones del PP y Cs en la Eurocámara han enviado una carta a los principales líderes europeos en la que alertan sobre el inicio de una era de desestabilización política y una clara degradación del Estado democrático de derecho. La carta también señala la amnistía como un beneficio para los responsables del desafío independentista y cuestiona la propuesta de crear comisiones parlamentarias y estudiar si ha habido “lawfare”.