La eficacia de las sanciones internacionales contra Rusia: evaluación del impacto en la economía y la geopolítica

by tiempoantenacom

El presidente de Ucrania pide más armamento y sanciones para frenar la agresión rusa

Volodimir Zelenski insta a sus aliados a tomar medidas más contundentes

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha expresado su frustración por la lenta contraofensiva contra la invasión rusa y ha hecho dos llamados a sus aliados. En primer lugar, ha solicitado un mayor y mejor armamento, incluyendo los aviones de combate F-16. En segundo lugar, ha instado a imponer más sanciones contra Moscú para detener su agresión.

Durante el foro Yalta European Strategy celebrado en Kiev, Zelenski criticó la falta de sanciones por parte de los socios internacionales y destacó los esfuerzos de Rusia por evadir las sanciones existentes. “Actualmente, vemos una prolongada pausa en las sanciones por parte de nuestros socios, y los intentos excesivamente activos de Rusia por eludir las sanciones. (…) La ofensiva mundial de sanciones debe reanudarse”, afirmó el presidente ucraniano. Además, enfatizó que la contraofensiva está avanzando más rápido de lo que se imponen las nuevas sanciones.

Se estima que en todo el mundo se han impuesto más de 13.000 restricciones, superando las impuestas a Corea del Norte, Irán y Cuba juntas. Sin embargo, las palabras de Zelenski han vuelto a plantear preguntas sobre la efectividad de las sanciones internacionales contra Vladimir Putin y su gobierno.

Las sanciones han tenido un impacto significativo, según el jefe de la diplomacia europea

En respuesta a las dudas sobre la efectividad de las sanciones, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha afirmado rotundamente que las sanciones han limitado considerablemente las opciones de Rusia. En su blog personal, Borrell señala que las sanciones han provocado tensiones financieras, han excluido a Rusia de mercados clave y han debilitado su capacidad industrial y tecnológica. Aunque reconoce que es necesario seguir aplicando sanciones, también destaca la importancia de optimizar los paquetes existentes.

Además de las valoraciones políticas, los datos respaldan el impacto de las sanciones. Solo desde Bruselas, se han impuesto sanciones a más de 1.500 personas y aproximadamente 250 empresas y entidades en los casi 19 meses de invasión. Estos castigos individuales se suman a los bloqueos económicos y de visados. El objetivo de estas sanciones, según el Consejo Europeo, es causar graves consecuencias a Rusia por sus acciones y frustrar eficazmente su capacidad de continuar con la agresión.

A pesar de las dificultades para lograr consenso en el bloque comunitario, las sanciones se han aplicado a gran escala y sin precedentes. Sin embargo, queda por ver si estas medidas serán suficientes para contener la agresión rusa y restaurar la estabilidad en la región.

Las sanciones económicas de la UE y el G7 están afectando gravemente a la economía rusa

Activos bloqueados y bienes inmovilizados


La Comisión Europea ha informado que se han inmovilizado alrededor de 21.500 millones de euros en bienes rusos y se han bloqueado activos por valor de 300.000 millones de euros al Banco Central de Rusia (BCR). Esto significa que aproximadamente el 70% de los activos del BCR están sujetos a sanciones, lo que garantiza que el dinero no pueda ser utilizado. Además, se estima que se han vetado mercancías exportadas por más de 43.900 millones de euros e importadas por 91.200 millones de euros, lo que representa el 49% de las exportaciones y el 58% de las importaciones.

Sanciones tangibles e intangibles


Además de las sanciones económicas al comercio, que excluyen productos relacionados con la salud, la alimentación o la agricultura para no afectar a la sociedad civil, también existen sanciones menos tangibles. Estas incluyen servicios de contabilidad, asesoría fiscal y auditorías, así como vetos al transporte por carretera, avión o barco. También se han impuesto complicaciones para acceder a sistemas bancarios como el SWIFT de mensajería entre entidades financieras. Todas estas medidas están afectando seriamente a la economía rusa.

Impacto en la economía rusa


En los primeros meses de la contienda, Rusia pudo amortiguar los primeros golpes gracias a sus ingresos del petróleo y el gas. Sin embargo, con el paso del tiempo, la economía rusa ha comenzado a sufrir las consecuencias. En 2022, la economía se contrajo un 2,1%. Las manufacturas, que antes de la invasión experimentaban un crecimiento constante, han disminuido un 6% a finales de 2022 y continúan en descenso en lo que va de año. Los sectores de alta tecnología han sufrido una caída del 13%, mientras que la producción de vehículos de motor ha disminuido un 48%. Además, el comercio minorista ha disminuido un 10% y el comercio mayorista un 17%. Estos datos son respaldados por el Rosstat, el Banco Mundial, el FMI y la OCDE.

Demanda privada deprimida


Todos los componentes de la demanda privada rusa, incluyendo la inversión y el consumo privados, siguen deprimidos. Solo el gasto público relacionado con el esfuerzo bélico ha aumentado. La agencia de calificación crediticia Moody’s ya ha rebajado la calificación de 95 empresas rusas, incluyendo la mayoría de las empresas energéticas.

Impacto en el sector energético


Las sanciones energéticas, especialmente las relacionadas con el petróleo, han tenido un impacto significativo en Rusia. Desde el inicio del embargo de la UE y los límites a los precios del petróleo del G7+, el precio del petróleo ruso ha caído considerablemente. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el precio promedio de exportación del petróleo crudo ruso se situó en alrededor de 60 dólares por barril en abril de 2023, lo que representa un descuento de 24 dólares por barril en comparación con los precios anteriores.

En resumen, las sanciones económicas impuestas por la UE y el G7 están teniendo un impacto significativo en la economía rusa. La inmovilización de activos, el bloqueo de bienes y las restricciones comerciales están afectando a diversos sectores, lo que ha llevado a una contracción económica y a la depreciación de la demanda privada. Además, las sanciones energéticas han provocado una caída en el precio del petróleo ruso. Estas medidas están generando un cambio de conciencia en Europa y una búsqueda de alternativas energéticas.

Rusia enfrenta consecuencias económicas por su conflicto con Ucrania

La economía rusa ha experimentado un impacto significativo debido a su conflicto con Ucrania y las sanciones impuestas por países occidentales. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las exportaciones de petróleo de Rusia han disminuido, lo que ha llevado a una caída del 27% en los ingresos totales del petróleo en comparación con el año anterior. A pesar de esto, las exportaciones mundiales de petróleo de Rusia se han mantenido estables, lo que ha contribuido a la estabilidad de los mercados globales.

En cuanto al gas, la decisión de Rusia de reducir los flujos y los esfuerzos de diversificación de la Unión Europea han llevado a una disminución dramática en los volúmenes, lo que ha provocado un aumento de los precios en Europa y una inflación sin precedentes en 40 años. A pesar de esto, la UE ha logrado estabilizar los precios y optimizar sus recursos, aumentando los flujos de proveedores cercanos, almacenando y utilizando existencias, buscando otras fuentes e importando gas natural licuado. En 2020, el 39,5% de las exportaciones de gas ruso se destinaron a la UE, su principal cliente.

Una transformación inevitable

Los analistas internacionales coinciden en que las sanciones están teniendo un impacto real en la economía rusa y están limitando su capacidad de reemplazar su equipo militar destruido y financiar la campaña en Ucrania. Aunque estas medidas por sí solas no pueden poner fin al conflicto, sí están obstaculizando la producción rusa y generando un déficit presupuestario cada vez mayor.

El comercio de bienes duraderos, como electrodomésticos, automóviles y ventas minoristas, ha sido especialmente afectado, al igual que los viajes, que han sido restringidos por muchos países a compañías rusas. Además, la industria tecnológica ha sufrido graves consecuencias debido a la imposibilidad de adquirir componentes y piezas en los mercados habituales. La producción de automóviles ha disminuido en un 25% este año, llegando a una paralización del 90% en los primeros meses del conflicto. Las marcas occidentales han abandonado el mercado ruso, dejando solo tres marcas rusas y nueve chinas disponibles. Esta crisis también se ha extendido a otros sectores, como el ferroviario, los televisores, los ascensores y los cables de fibra óptica.

Estas circunstancias han llevado a una disminución del 15% en los ingresos tributarios nominales en el primer trimestre de este año y un 42% en el sector energético. Aunque Rusia aún cuenta con ahorros de excedentes pasados de petróleo y la posibilidad de solicitar préstamos a bancos nacionales, el escenario es complicado. Si las sanciones se prolongan, el desgaste acumulado podría afectar seriamente al sistema económico ruso.

Expertos advierten que el modelo económico ruso, basado en el desarrollo tecnológico, la diversificación de exportaciones y la libre circulación de capitales, está en peligro debido a los controles impuestos por Occidente. Rusia se ve obligada a revisar sus relaciones y enfrenta restricciones en su movimiento económico.

Rusia enfrenta desafíos económicos y dependencia de China

La economía rusa se encuentra en una situación complicada debido a la militarización en Ucrania y la pérdida de valor del rublo, lo que ha llevado al país a buscar alternativas en el yuan para realizar negocios. Aunque las sanciones impuestas hasta ahora no han logrado reducir significativamente la economía rusa a corto plazo, expertos afirman que a largo plazo la situación es preocupante.

Dependencia de la guerra y problemas en la industria defensiva

Uno de los principales problemas que enfrenta Rusia es que gran parte de su economía está vinculada a la guerra en Ucrania, lo que la hace parcial, poco productiva y volátil. Además, los clientes están cancelando o reconsiderando acuerdos comerciales debido al riesgo de sanciones y al bajo desempeño de las armas en el conflicto. El conglomerado de defensa estatal sancionado, Rosoboronexport, también ha enfrentado desafíos en la cadena de suministro. Por otro lado, Rusia no ha logrado diversificar su industria defensiva hacia sectores civiles, lo que podría generar una “burbuja” de inversiones y tecnología sin beneficios para otros sectores.

Crece la dependencia de China

Otro desafío para Rusia es su creciente dependencia de China. Además de tener que comprar productos como chips, semiconductores, excavadoras y camiones, esta situación debilita la posición negociadora del país. Aunque se critica que las sanciones no se aplican con suficiente rigurosidad, su impacto en la economía rusa es amplio, sistémico y duradero.

Propuestas para mejorar la situación

Expertos como Vladimir Milov, exviceministro de Energía y actual opositor ruso, sugieren mejorar las sanciones mediante el cierre de lagunas jurídicas, la prevención de la evasión de capitales y el establecimiento de mejores mecanismos de control. También se plantea la posibilidad de imponer sanciones adicionales a sectores que aún no han sido afectados, como los metales no ferrosos, los metales preciosos y la Corporación Estatal de Energía Nuclear rusa (Rosatom).

Impacto en la economía rusa

El impacto de las sanciones en la economía rusa es evidente. La inversión privada está deprimida, los fondos gubernamentales se están agotando, la inversión extranjera no llega, la demanda de los consumidores ha disminuido y el Banco Central se ve obligado a mantener altas tasas de interés debido a la inflación. Además, el reclutamiento forzoso ha provocado la salida de mano de obra cualificada del país. El gasto en la guerra también representa un problema improductivo para Rusia.

El futuro de las sanciones

No se vislumbra una solución pacífica ni una victoria clara en el conflicto en Ucrania. Se espera que la contienda sea larga y, a medida que avance el tiempo, surgirá el debate sobre si se deben aplicar más medidas o mejorar las existentes. El presidente ucraniano, Zelenski, tiene prisa y busca imponer más sanciones. Mientras tanto, Rusia enfrenta desafíos económicos y una creciente dependencia de China.

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