La tragedia de las inundaciones en Derna: La consecuencia de la división y la falta de infraestructuras en Libia

by tiempoantenacom

Tragedia en Derna: Inundaciones devastadoras golpean a Libia

Las recientes inundaciones en Derna han dejado miles de muertos, sumando otro golpe a la ya devastada Libia. Después de más de una década de guerra civil, el país sigue dividido entre gobiernos rivales y milicias que luchan por el control del territorio y los recursos. La falta de un Estado fuerte y unificado, encargado de gestionar las infraestructuras y las alertas, ha contribuido a que la destrucción causada por el ciclón Daniel adquiera proporciones “épicas”, según la ONU.

Un rayo de esperanza en medio de la tragedia

La magnitud de la catástrofe y la llegada de ayuda internacional han llevado a los dos principales bandos, los gobiernos rivales de Trípoli (oeste) y Tobruk (este), a colaborar. Esta colaboración podría abrir una puerta a una solución política a más largo plazo.

Libia, destrozada por la violencia desde 2011

Desde la caída del régimen de Muammar el Gadafi en 2011, Libia se ha sumido en el caos. En lugar de una democracia, el país se ha visto envuelto en una guerra civil en la que diversas milicias étnicas o religiosas luchan por el poder con la ayuda de combatientes extranjeros. Además, el sur del país se ha convertido en un espacio propicio para la expansión del yihadismo hacia el Sahel, utilizando armas obtenidas en Libia.

La situación política de Libia dificulta la ayuda a las víctimas de las inundaciones.

Un país dividido y apoyado por diferentes actores internacionales

Desde el año 2020, la ONU ha logrado un acuerdo de alto el fuego en Libia. Actualmente, existe un Gobierno de Unidad Nacional (GUN) en Trípoli y un Gobierno de Estabilidad Nacional (GEN) en el este, respaldado por el autodenominado Ejército Nacional Libio del mariscal Jalifa Hafter. En el sur, las milicias locales de las etnias tuareg y tubu ejercen el control.

La ONU, Turquía e Italia, entre otros países, respaldan al gobierno de Trípoli, mientras que el de Tobruk ha recibido ayuda de Egipto, Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Rusia. El Foro de Diálogo Político Libio supervisa el cumplimiento del alto el fuego, pero la situación política actual se encuentra estancada en la búsqueda de un gobierno unificado.

La economía de guerra y sus consecuencias

La profesora de Relaciones Internacionales, Irene Fernández-Molina, destaca que el conflicto en Libia no es ideológico, sino económico. Los recursos y el enriquecimiento, tanto a través del petróleo como de negocios y flujos ilegales, se han convertido en la base de la economía de guerra en el país. El contrabando de petróleo, el tráfico de personas y de armas son actividades que alimentan el conflicto.

La violencia y la inestabilidad afectan no solo a los libios, sino también a los migrantes que intentan llegar a Europa. Según datos de Unicef, antes de las inundaciones, 300,000 personas necesitaban asistencia humanitaria en Libia, incluyendo 120,000 niños. Además, hay 134,787 desplazados internos y el número de migrantes ha alcanzado los 706,062, la cifra más alta desde 2016.

La falta de infraestructuras y alertas

La debilidad o ausencia de instituciones estatales en Libia implica que las infraestructuras no se mantengan adecuadamente. Los hospitales y servicios de emergencia no funcionan con normalidad y no hay una única autoridad cuyas indicaciones seguir. Incluso la falta de un servicio meteorológico ha impedido que la población fuera advertida sobre la llegada del ciclón Daniel. La reparación de infraestructuras ha sido descuidada debido a los recursos destinados a la guerra en el país.

La situación en Libia es desoladora, pero la colaboración entre los gobiernos rivales y la ayuda internacional brindan un rayo de esperanza en medio de la tragedia. La búsqueda de una solución política a largo plazo sigue siendo un desafío, pero es fundamental para poner fin al sufrimiento de la población y reconstruir el país.

La ONU advierte que la tragedia en Libia podría haberse evitado

Derna, una ciudad en el este de Libia, ha sufrido graves consecuencias debido a su resistencia al Ejército del mariscal Hafter. Durante 10 meses, se libró una batalla cruenta que resultó en la destrucción de la ciudad. A pesar de esto, no se ha invertido en la reconstrucción ni en ningún bien público en la zona. La milicia que actualmente controla la ciudad lo hace de manera autoritaria, creando un régimen militar directo.

La falta de mantenimiento en las presas cercanas a Derna fue advertida por la Universidad Omar Al Mujtar, pero no se tomaron medidas. Como resultado, las presas cedieron y causaron una inundación masiva en el centro de la ciudad, dejando un 25% de la misma destruida y a 30,000 personas sin hogar. Se estima que el número de víctimas mortales podría llegar a 20,000.

La llegada de ayuda a Derna se ha visto obstaculizada por la falta de coordinación entre los gobiernos enfrentados en Libia. La mayoría de la ayuda internacional llega a Trípoli y desde allí debe recorrer 1,300 kilómetros por carreteras destrozadas hasta llegar a Derna. Además, las telecomunicaciones no funcionan y hay falta de suministro eléctrico. Esto ha retrasado la llegada de los equipos de rescate a la ciudad.

La representante adjunta de Unicef en Libia reconoce que hay congestión en el transporte de la ayuda internacional hasta Derna. Sin embargo, asegura que están trabajando en aprovisionarse y hacer todo lo posible para ayudar a la población afectada.

La magnitud de la catástrofe en Derna podría favorecer un acercamiento entre los gobiernos enfrentados en Libia. El gobierno de Trípoli ha enviado cerca de un centenar de médicos a la zona y se ha aprobado un presupuesto para la reconstrucción de Derna y otras ciudades afectadas. A pesar de la difícil situación, esta tragedia podría ser una oportunidad para que ambos gobiernos trabajen juntos en beneficio de la población.

La ayuda humanitaria y los desafíos de su distribución en Libia

La importancia de canales de distribución claros y transparentes

La comunidad internacional ha expresado su exigencia de contar con canales de distribución claros y transparentes al momento de brindar ayuda humanitaria a Libia. Según Álvaro de Argüelles, esta condición podría tener un impacto positivo a largo plazo para el país. Sin embargo, también advierte sobre la posibilidad de que surja una nueva lucha de corrupción y clientelismo para determinar quién se beneficiará de dicha ayuda.

La complejidad de alcanzar un gobierno de unidad

Andrea Chamorro destaca que, aunque la cooperación internacional puede contribuir a acercar posturas, lograr un gobierno de unidad en Libia resulta realmente complicado. Chamorro señala que se trata de un conflicto arraigado que ha perdurado durante muchos años.

Las alianzas internacionales y su influencia en el escenario libio

Según Fernández-Molina, las alianzas internacionales tanto del gobierno reconocido como del gobierno no reconocido están actualmente “desdibujadas”. Esto se debe al acercamiento entre Rusia y Turquía, así como a las relaciones de Turquía con Egipto y los Emiratos Árabes. Estos cambios en el escenario internacional podrían generar un ambiente favorable para la resolución del conflicto en Libia.

La posibilidad de un nuevo gobierno de unidad nacional transitorio

La profesora de Exeter explica que existe la posibilidad de alcanzar un entendimiento que conduzca a la creación de un nuevo gobierno de unidad nacional transitorio en Libia. Durante dos años, tanto los actores libios como la comunidad internacional han instado a la formación de este tipo de gobierno hasta que se puedan llevar a cabo elecciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esto no garantiza la eliminación de la inestabilidad y la consolidación de una transición política en el país.

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