Mirando hacia adelante: Con la inteligencia artificial logrando grandes avances en los últimos meses, ¿cuál es el próximo paso hacia el futuro distópico tipo cyberpunk de la humanidad? Según los científicos, será el aumento humano que involucrará la unión de partes de robots a nuestros cuerpos, desde un brazo adicional para ayudar con las tareas cotidianas hasta alas y tentáculos, lo que nos convertirá en supervillanos, tal vez.
Antes de que tengamos una visión de los aumentos al estilo Cyberpunk 2077 que pueden acabar con bandas de delincuentes o permitirnos saltar desde lo alto de las casas, Tamar Makin, profesora de neurociencia cognitiva en la unidad de cognición y cerebro MRC de la Universidad de Cambridge, explicó a El guardián que el enfoque actual del aumento humano se centra en aumentar la productividad.
“Si desea un brazo adicional mientras cocina en la cocina para poder revolver la sopa mientras corta las verduras, es posible que tenga la opción de usar y controlar de forma independiente un brazo robótico adicional”, dijo.
Los científicos han estado experimentando en este campo durante años. Uno de los ejemplos más famosos es el ‘impreso en 3D’tercer pulgar‘ creado por Dani Clode, un colega de Makin en la Universidad de Cambridge. Está diseñado con varias aplicaciones en el lugar de trabajo en mente, incluida la ayuda a los meseros a llevar platos adicionales y a los trabajadores de la construcción a sostener las vigas en su lugar mientras martillan un clavo.
Otra diferencia con los humanos aumentados en los medios de ciencia ficción es que el cerebro no controla estas partes del robot. En el caso del pulgar, está controlado por sensores de presión debajo de los dos dedos gordos del pie del usuario, un método que podría causar problemas.
“Estamos investigando mucho en este momento para ver qué le hace a su sistema nervioso si comienza a reapropiarse de los dedos de los pies para convertirse en un dedo adicional: cuánto [does] afecta tu capacidad de usar los dedos de los pies como si fueran un dedo del pie?”, dijo Makin.
Si bien se han realizado investigaciones sobre el uso de electrodos en el cerebro o la médula espinal para controlar dispositivos robóticos externos, Makin cree que este enfoque invasivo es éticamente injustificable cuando se realiza en humanos sanos.
Makin también dijo que agregar alas y tentáculos era una posibilidad. “El control es el problema real. Así que las alas son realmente simples porque es solo un grado de libertad: arriba y abajo. Pero cuando estás haciendo algo más complicado, como un tentáculo, necesitamos mucho control”.
Estos tipos de accesorios robóticos existen desde hace años. El pulgar se presentó en 2017 y es posible que recuerde la cola robótica de 2019 que está diseñada para mejorar la agilidad y el equilibrio. La tecnología detrás de ellos está avanzando: el reciente dedo robótico autocurativo con piel viva y el exoesqueleto alimentado por Raspberry Pi son prueba de ello, pero podría pasar un tiempo antes de que estemos volando al trabajo y recogiendo tazas de café con nuestro tentáculos