Periodista de DW narra su huida de Gaza
El 7 de octubre, durante el ataque terrorista de Hamás contra Israel, el periodista Hazem Balousha, quien trabaja como colaborador de DW desde la Franja de Gaza, se vio obligado a tomar una difícil decisión: abandonar su hogar junto a su familia. El lanzamiento de cohetes desde Gaza no era algo nuevo, pero esta vez, Balousha sabía que las represalias de Israel serían inminentes.
El periodista relató que un apartamento en su calle fue atacado, lo que provocó que algunas ventanas de su propio apartamento se rompieran. Pronto se dio cuenta de que el daño había sido causado por un ataque aéreo a un edificio cercano. Consciente de que ya no era seguro quedarse en su hogar, Balousha tomó la decisión de huir de la ciudad de Gaza junto a su familia.
Esta fue solo la primera de varias veces que el periodista tuvo que reubicarse dentro de los aproximadamente 360 kilómetros cuadrados de la Franja de Gaza. Su objetivo era encontrar un lugar más seguro y con acceso a alimentos, agua y electricidad.
Finalmente, el 3 de noviembre, la familia logró abandonar la Franja después de que Egipto permitiera a extranjeros y palestinos heridos cruzar la frontera en Rafah. Balousha compartió su experiencia de casi un mes dentro del Strip y la difícil decisión de dejar atrás su ciudad natal y su familia.
El momento más difícil para informar desde Gaza
Balousha ha cubierto varios conflictos como periodista desde Gaza, pero afirma que el conflicto actual es el más difícil para estar y reportar desde la región. Una de las principales dificultades que enfrenta es la interrupción constante de las telecomunicaciones y el acceso a Internet, lo que dificulta la comunicación.
En su búsqueda de un lugar seguro, Balousha se mudó a un hotel, pero pronto tuvo que abandonarlo. Luego, se refugió en el Hospital Al-Shifa junto a su familia, donde pasaron la noche en el patio en condiciones climáticas adversas. Sin embargo, incluso el hospital se convirtió en un objetivo de los ataques israelíes, ya que se alegaba que Hamás operaba un centro de mando en el complejo.
La experiencia horrible de vivir en un campo de refugiados
Después de abandonar el hospital, la familia se trasladó a la casa de la hermana de Balousha en la ciudad de Gaza. Sin embargo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron a pedir a los ciudadanos de Gaza que se desplazaran hacia el sur, por lo que la familia se vio obligada a mudarse a un campo de refugiados en Nuseirat. Esta experiencia fue descrita por Balousha como “horrible”.
A pesar de los desafíos y las dificultades que enfrentó, Balousha continúa su labor como periodista, informando desde un lugar seguro. Su historia es solo una de las muchas que reflejan el sufrimiento y la lucha de los habitantes de Gaza en medio del conflicto en curso.
Gaza: Un periodista narra su experiencia durante los bombardeos
En medio de los recientes bombardeos en Gaza, el periodista Balousha compartió su experiencia de las tres semanas que pasó en la ciudad antes de poder salir. Para él, fue una experiencia horrible y aterradora que nunca había experimentado antes.
Balousha relató que al principio pensaron que el sur de Gaza City sería seguro, pero pronto se dieron cuenta de que también estaban siendo bombardeados en los lugares cercanos. Incluso las ventanas del lugar donde se alojaban fueron rotas. Durante las noches, escuchaba los bombardeos provenientes de diferentes direcciones, ya sea por aire, tierra o mar.
Escasez de alimentos, agua y electricidad
Balousha también habló sobre la difícil situación de escasez de alimentos, agua y electricidad en Gaza. Vivir en una casa abarrotada con su familia extendida de 12 miembros hizo que acceder a las necesidades básicas fuera aún más difícil a medida que pasaban los días.
La falta de agua potable fue uno de los mayores desafíos. Balousha recordó algunas noches en las que no tenían agua potable. Para lidiar con la falta de electricidad, logró comprar un pequeño panel solar que utilizaba para cargar baterías durante el día y tener algo de iluminación.
La escasez de alimentos también fue un problema. La familia tuvo que depender principalmente de alimentos enlatados, pero incluso esos se volvieron escasos a medida que la guerra continuaba. Balousha tuvo que buscar en diferentes lugares y caminar largas distancias para encontrar comida.
Culpa por dejar atrás Gaza
El 3 de noviembre, Balousha, su esposa y sus dos hijos lograron cruzar a Egipto y luego se trasladaron a Jordania. Sin embargo, la decisión de abandonar Gaza no fue fácil. Balousha y su esposa tuvieron muchas discusiones sobre si debían irse o quedarse. A medida que la guerra se intensificaba, sintieron que no tenían otra opción que irse.
Dejar atrás a su padre, hermanos y sus familias fue una experiencia dolorosa para Balousha. Se sentía culpable por haber dejado a la gente detrás y especialmente pensaba en sus sobrinos, quienes solían jugar con sus hijos. Afortunadamente, pudo irse sin despertarlos y evitar una despedida dolorosa.
Aunque Balousha evita ver videos de la Franja de Gaza, se mantiene en contacto con su familia siempre que puede comunicarse con ellos. A pesar de estar a salvo, todavía siente una profunda preocupación por aquellos que dejó atrás y espera que la situación en Gaza mejore pronto.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 11.000 personas han perdido la vida desde el inicio de la operación militar israelí.
Un fotoperiodista en medio de la guerra: una historia de cambio y destrucción
En medio del caos y la destrucción de la guerra, el fotoperiodista Ahmed Balousha ha sido testigo de escenas que ningún ser humano debería presenciar. A través de su lente, ha capturado imágenes impactantes que cuentan la historia de un conflicto que ha cambiado su vida para siempre.
Un recuerdo que no quiere recordar
Balousha, quien ha estado documentando la guerra en Gaza, ha compartido su experiencia única como testigo presencial de la violencia. Aunque su trabajo es esencial para informar al mundo sobre lo que está sucediendo, él mismo ha decidido no guardar ninguna fotografía o video personal de la guerra.
“Para mí, es un recuerdo que no quiero recordar”, dijo Balousha. A través de sus palabras, se puede sentir el peso emocional que lleva consigo cada imagen capturada. Es una carga que prefiere no llevar.
Un futuro incierto
Además de las secuelas emocionales, Balousha también enfrenta incertidumbre en cuanto a su futuro. A medida que la guerra continúa, no sabe si podrá regresar a Gaza con su familia una vez que termine el conflicto.
El fotoperiodista habló sobre el nivel de destrucción que ha presenciado y expresó su preocupación por el estado de su propia casa. Ubicada en el área donde Israel ha liderado una ofensiva terrestre, no está seguro de si su hogar sigue en pie.
“Mi vida ya cambió y la guerra lo cambió todo”, dijo Balousha con pesar. ”No estoy seguro de quién seguirá con vida mientras la guerra continúa y continúa”.
La historia de Ahmed Balousha es solo una de las muchas historias de aquellos que se encuentran en medio de la guerra. A través de su trabajo, nos recuerda la importancia de documentar y compartir las realidades de los conflictos armados, incluso cuando eso significa enfrentar el dolor y la incertidumbre.
Esta entrevista fue realizada por Tobias Neuerer
Editado por: Wesley Rahn