El presidente del United Auto Workers amenaza con huelgas contra los fabricantes de automóviles de Detroit
Shawn Fain promete negociar duramente con General Motors, Ford y Stellantis
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, ha dejado claro que está dispuesto a llevar a cabo huelgas contra los fabricantes de automóviles de Detroit. Fain ha prometido negociar duramente con General Motors, Ford y Stellantis antes de que venza el contrato actual el 14 de septiembre a las 11:59 pm.
Fain ha establecido un plazo estricto que no tiene intención de extender, a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado. Además, ha presentado cargos por prácticas laborales injustas contra GM y Stellantis, alegando que las empresas no están negociando de buena fe. Esto hace que una huelga contra uno o los tres fabricantes de automóviles sea cada vez más inevitable.
A diferencia de líderes sindicales anteriores, Fain está tratando de negociar con los tres fabricantes de automóviles a la vez, sin seleccionar una empresa “objetivo”. También ha adoptado un enfoque más conflictivo y ha lanzado ataques personales contra los ejecutivos de las compañías.
Algunos analistas y expertos de la industria creen que una huelga podría ser necesaria para convencer a los miembros del UAW de que sus líderes sindicales están luchando por sus demandas. Art Wheaton, profesor laboral en el Instituto del Trabajador de la Universidad de Cornell, incluso espera una huelga y sugiere que Stellantis podría ser el primer objetivo, seguido de mejores ofertas por parte de GM y Ford.
Las huelgas podrían tomar diferentes formas, desde una huelga nacional en la que todos los trabajadores bajo contrato dejen de trabajar, hasta paros laborales específicos en determinadas plantas por cuestiones contractuales locales.
Impacto en la cadena de suministro y la economía
Una huelga prolongada contra los tres fabricantes de automóviles tendría un impacto significativo en la cadena de suministro automotriz, la economía estadounidense y la producción nacional. La administración Biden ha mostrado interés en las conversaciones y ha designado al asesor demócrata Gene Sperling para supervisar la situación en la Casa Blanca.
Preocupación en Wall Street
Wall Street ha estado advirtiendo sobre la posibilidad de una huelga laboral durante varios meses, y los inversores están prestando atención. Según una encuesta realizada por Morgan Stanley a 99 inversores, el 58% cree que una huelga es “extremadamente probable”, mientras que el 24% la considera “algo probable”. Solo el 16% cree que una huelga es improbable.
Los expertos de la industria y del trabajo están de acuerdo en que una huelga sería perjudicial para los fabricantes de automóviles y tendría consecuencias significativas en la economía. La tensión en las negociaciones y la retórica combativa de los líderes sindicales hacen que una huelga sea una posibilidad real en los próximos días.
Las negociaciones contractuales entre el sindicato United Auto Workers (UAW) y los fabricantes de automóviles están en pleno apogeo
Las negociaciones contractuales entre el sindicato United Auto Workers (UAW) y los fabricantes de automóviles están en pleno apogeo. Estas negociaciones, que han durado años y han incluido paros laborales, están marcadas por las demandas ambiciosas del sindicato, que incluyen aumentos salariales del 40% o más, retención de la atención médica platino y una semana laboral de 32 horas.
Por lo general, estas demandas no se hacen públicas ni se informan en su totalidad hasta cerca del final de las negociaciones. Esto se hace en parte como un esfuerzo por negociar de buena fe y evitar generar expectativas demasiado altas o demasiado bajas para los miembros del UAW, que deben ratificar los contratos una vez que se anuncie un acuerdo tentativo.
Según Dennis Devaney, abogado senior de Clark Hill y ex miembro de la junta de la NLRB y abogado de GM y Ford, “la mejor manera de llegar a acuerdos es negociando entre nosotros y no en los periódicos, la televisión o cualquier otro lado”. Devaney enfatiza que la negociación pública no es efectiva para avanzar en las negociaciones.
Posibles consecuencias de una huelga
En caso de que las negociaciones no lleguen a un acuerdo, existe la posibilidad de una huelga por parte del UAW. Según una encuesta realizada por Morgan Stanley, la mayoría de los inversores (96%) esperan que una posible huelga dure más de una semana, y más de un tercio (34%) espera que dure más de un mes.
Un ejemplo de una huelga reciente fue la huelga contra GM en 2019, que duró 40 días y le costó al fabricante de automóviles 3.600 millones de dólares en ganancias ese año. El UAW tiene un fondo de huelga de más de 825 millones de dólares, que se utiliza para pagar a los miembros elegibles que están en huelga. El salario de huelga es de 500 dólares semanales para cada miembro.
Suponiendo que alrededor de 150.000 miembros del UAW estén cubiertos por los contratos, el pago de la huelga le costaría al sindicato unos 75 millones de dólares por semana. Sin embargo, esto no incluye los costos de atención médica que cubriría el sindicato, lo que podría agotar el fondo mucho más rápidamente.
Ratificación del acuerdo
Una vez que se llegue a un acuerdo tentativo entre el sindicato y un fabricante de automóviles, los miembros de ese fabricante de automóviles votarán por organización local sobre si aceptan el acuerdo tentativo y lo convierten en un contrato. Todo el proceso de ratificación puede tardar unas dos semanas para cada empresa.
Según Kristin Dziczek, asesora de política automotriz de la sucursal de Detroit del Banco de la Reserva Federal de Chicago, el acuerdo tentativo del UAW con un fabricante de automóviles consta de varios acuerdos, que abarcan aspectos como pensiones, beneficios de atención médica, participación en las ganancias y más.
En 2019, se necesitaron ocho semanas adicionales para negociar y ratificar los tres acuerdos una vez que se alcanzó el primer acuerdo tentativo tras la huelga de GM. Las negociaciones y la votación de ratificación terminaron a principios de diciembre.
Los fabricantes de automóviles continúan negociando de buena fe con el sindicato en busca de acuerdos beneficiosos para ambas partes.
– Michael Bloom de CNBC contribuyó a este informe.