El humo de los incendios forestales puede tener efectos duraderos en la salud, según investigadores
Este verano, los incendios forestales han cubierto gran parte del país con humo, causando impactos a corto plazo como el aumento del asma. Sin embargo, los científicos están descubriendo que el humo de los incendios forestales puede tener implicaciones duraderas en nuestra salud.
Impactos a corto plazo del humo de los incendios forestales
El humo de los incendios forestales, compuesto por partículas extremadamente pequeñas, puede penetrar profundamente en los pulmones y llegar al torrente sanguíneo, lo que desencadena una serie de problemas de salud. Además de los problemas respiratorios como el asma, el humo también puede aumentar el riesgo de infartos, accidentes cerebrovasculares y afectar la calidad del sueño, entre otros.
Sheryl Magzamen, experta en contaminación del aire, advierte que el humo de los incendios forestales es una “epidemia silenciosa” que no recibe la atención suficiente debido a la falta de impacto visual dramático que tienen los incendios en comparación con la destrucción de ciudades o bosques.
Efectos a largo plazo del humo de los incendios forestales
Los investigadores están comenzando a comprender los efectos a largo plazo del humo de los incendios forestales en las personas. Un estudio realizado en Montana reveló que las personas expuestas al humo durante 49 días continuos aún no habían recuperado completamente su capacidad pulmonar dos años después. Además, se ha observado que el humo puede tener consecuencias acumulativas en órganos como el corazón, acelerando el desarrollo de enfermedades.
Los bomberos, por ejemplo, tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón debido a la exposición constante al humo. Además, cada vez hay más evidencia de que el humo puede empeorar enfermedades cerebrales como la demencia o el Alzheimer.
Medidas de protección y prevención
Ante la realidad de que los incendios forestales serán cada vez más frecuentes e impredecibles, es importante tomar medidas para proteger nuestra salud. Se recomienda evitar salir al aire libre cuando haya humo en la medida de lo posible, y en caso de hacerlo, utilizar mascarillas N95 o KN95. Además, es fundamental buscar aire limpio en interiores y filtrar el aire si es posible. Sin embargo, la medida más importante es abordar el cambio climático reduciendo el uso de combustibles fósiles de manera urgente.
En resumen, el humo de los incendios forestales no solo tiene impactos a corto plazo en la salud, sino que también puede tener efectos duraderos en los pulmones, el corazón y el cerebro. Es fundamental tomar medidas de protección y abordar el cambio climático para mitigar estos riesgos.