Nuevo avance astronómico revela los secretos de los agujeros negros supermasivos y la materia oscura
Un reciente avance en la astronomía ha proporcionado una nueva perspectiva sobre los agujeros negros supermasivos y la enigmática materia oscura. Por primera vez, los investigadores han logrado ”pesar” los halos de materia oscura que rodean a los agujeros negros supermasivos en el centro de antiguas galaxias.
Ilustración artística de un halo de materia oscura.
Crédito: Representación artística de Christopher Dessert, Nicholas L. Rodd, Benjamin R. Safdi, Zosia Rostomian (Berkeley Lab), basada en datos del Telescopio de Área Grande Fermi.
Estas galaxias, conocidas como quásares, suelen ser más brillantes que todas las estrellas de las galaxias que las rodean. Estas regiones centrales se activan cuando los agujeros negros supermasivos, con masas de hasta miles de millones de veces la del Sol, comienzan a alimentarse vorazmente de la materia circundante.
El nuevo estudio sugiere que los halos de materia oscura alrededor de estos quásares activos podrían actuar como un servicio de entrega cósmica, canalizando la materia hacia el agujero negro central. Según Nobunari Kashikawa, líder del equipo de investigación y profesor del Departamento de Astronomía de la Universidad de Tokio, los halos de materia oscura de los quásares tienen una masa aproximada de 10 billones de veces la del Sol. Esta constante en el Universo sugiere que este mecanismo de alimentación ha estado en funcionamiento durante miles de millones de años.
La materia oscura sigue siendo un enigma para la ciencia, ya que constituye aproximadamente el 85% de toda la materia del Universo pero no interactúa con la luz, lo que la hace prácticamente invisible. Sin embargo, técnicas basadas en la gravedad permiten detectar su presencia en las galaxias. Kashikawa y su equipo superaron importantes desafíos al medir los halos de materia oscura alrededor de galaxias antiguas utilizando la luminosidad de los quásares.

Diagrama que muestra la masa de halos de materia oscura alrededor de los quásares en el corazón de galaxias antiguas y activas.
Crédito de la imagen: Arita et al. CC POR
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores utilizaron datos infrarrojos del Telescopio Subaru en Hawái. La luz de estos antiguos quásares viajó a través del cosmos durante 13 mil millones de años antes de llegar a nuestros telescopios. Los astrónomos midieron la distorsión de esta luz causada por la materia oscura utilizando un fenómeno conocido como lente gravitacional.
Nobunari Kashikawa se muestra optimista sobre el futuro y espera que las colaboraciones internacionales ayuden a construir una imagen más completa de la relación entre las galaxias y los agujeros negros supermasivos.